Condiciones críticas en salud: lo que encontramos en La Pista.
Publicado el 8 de febrero de 2025 / Equipo de SCT
Tras la primera visita a La Pista, el panorama en temas de salud fue claro y doloroso: la comunidad enfrenta una crisis silenciosa, profunda y urgente. No solo no existe ningún puesto de salud cercano, sino que las condiciones sanitarias son prácticamente inexistentes. Familias enteras viven sin acceso a agua potable, sin baño, sin recolección de basuras y sin saber a quién acudir cuando sienten que algo no va bien con su cuerpo o su mente.
Muchas personas intentan curarse como pueden. Algunas recurren a remedios caseros o plantas; otras se automedican con medicamentos vencidos o mal dosificados. Esto puede aliviar por un momento, pero en muchos casos termina agravando la enfermedad. Enfermedades leves se convierten en crónicas. Las afecciones graves, como hipertensión o diabetes, avanzan sin control. En varios hogares encontramos personas que saben que están enfermas, pero no pueden hacer nada porque no tienen dinero, transporte, o incluso documentos que les permitan ser atendidas en centros oficiales.
Los niños no están mejor. Muchos crecen sin controles médicos, sin esquema de vacunación y con signos de desnutrición. En un lugar donde se cocina con agua lluvia o agua comprada por galón (a 3.000 pesos), los brotes de diarrea, infecciones cutáneas y enfermedades respiratorias son parte de la rutina. Tal como lo menciona El Colombiano (2024), solo en 2022, 31 de las 181 muertes por enfermedad diarreica aguda en menores de 5 años en Colombia fueron en La Guajira. Eso es el 17% del total del país.
También encontramos mujeres embarazadas que nunca han tenido un control prenatal. Esto aumenta el riesgo de complicaciones como la preeclampsia o partos prematuros. Según el estudio Morbilidad materna por no adherencia a controles prenatales, la ausencia de estos controles puede afectar gravemente tanto a la madre como al bebé.
Y no podemos dejar de mencionar el daño emocional. La salud mental también se ve deteriorada. La angustia de no saber cómo alimentar a los hijos, de vivir desplazados, de no tener acceso a lo mínimo, deja cicatrices invisibles. Por eso, uno de nuestros pilares será llevar atención psicológica también, porque escuchar, contener y acompañar es parte de sanar.
Frente a este panorama, no basta con una visita. Por eso, nuestro equipo elaboró un plan de acción con componentes médicos, pedagógicos, psicológicos y de seguimiento, con el objetivo de ofrecer acompañamiento real y constante. Esto apenas comienza.
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