Historias desde la atención médica: sanar también es confiar.
Publicado el 28 de marzo de 2025 / Equipo de SCT
La primera jornada médica integral en La Pista fue más que una atención: fue el primer encuentro entre una comunidad olvidada y un equipo dispuesto a escuchar con respeto. Estas son algunas de las voces que nos recordaron por qué vale la pena cada esfuerzo:
“Nunca me habían tomado la presión en toda mi vida. Me explicaron que tenía que empezar a cuidarme más, y me regalaron las pastillas. No sabía que eso era tan serio. Me fui tranquila, pero también con miedo. Ahora tengo con quién hablar.”
— Carmen, 58 años
“Mi niño siempre tenía fiebre. Yo pensaba que era normal. Me dijeron que podía ser dengue o algo en el agua, y me enseñaron cómo protegerlo. Me dieron un suero y algo para el estómago. Es la primera vez que alguien me habla como mamá, no como ignorante.”
— María Alejandra, 27 años, mamá de Emiliano
“Me atendió una ginecóloga. Pensé que me iban a regañar por no hacerme controles. Pero me habló con cariño, me explicó muchas cosas del embarazo y hasta me hizo una eco. Lloré. No porque tenía miedo, sino porque me sentí cuidada.”
— Rosmery, 23 años, embarazada
“A mí me dolía el pecho y me daban mareos. El doctor me revisó, me dijo que tengo que hacerme más exámenes. Pero por lo menos ya sé que no estoy loca ni me va a dar algo de la nada. Me siento más tranquila.”
— Luis Ángel, 36 años
“Me revisaron, me dieron vitaminas, me explicaron cosas. Pero lo mejor fue cómo me miraron a los ojos. No fue como en los hospitales que uno entra, lo apuran y lo echan. Aquí me sentí como persona.”
— Yulieth, 40 años
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