Salud emocional en La Pista: cuando hablar también es sanar.

 Publicado el 2 de abril de 2025 / Equipo de SCT 

Durante mucho tiempo, en comunidades como La Pista, los problemas emocionales han sido ignorados, escondidos o simplemente normalizados. Pero vivir bajo presión constante, sin estabilidad ni redes de apoyo, tiene un impacto silencioso pero profundo. Por eso, dentro de nuestro plan de acción, incluimos espacios para hablar, desahogar y acompañar.

Estas son algunas voces que surgieron en medio de las sesiones individuales, los conversatorios y los momentos compartidos de escucha activa:

“Yo pensaba que lo mío era flojera. Me costaba levantarme, lloraba sin razón. La psicóloga me dijo que era depresión. Me abrazó, me explicó cosas, y me dio fuerza. Por fin sentí que no estaba sola.”

— Nancy, 35 años

“Desde que me vine de Venezuela no había hablado de lo que pasamos. Ni con mi esposa. Ese día, en el grupo, lloré por primera vez sin sentir vergüenza. Y vi que otros también cargan lo mismo. Eso me alivió.”

— Carlos Eduardo, 42 años

“Tenía miedo de estar loco. O de que nadie me creyera. Pero cuando conté que no podía dormir desde hace meses, que tengo pesadillas, me dijeron que eso era parte de un trauma. Me escucharon sin juzgarme.”

— Yamir, 19 años

“Mi hijo no hablaba. Se escondía. Creía que era tímido. La psicóloga jugó con él, lo miró a los ojos, y me dijo que tenía que observarlo mejor. Me dio unas pautas, y ahora estamos más unidos. Lo entendí más.”

— Luciana, 26 años

“No fueron charlas. Fueron como desahogos. Nos reímos, lloramos, recordamos. Me sentí liviana después. Como si alguien por fin hubiera abierto una ventana en este encierro.”

— Doña Flor, 60 años